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Carta abierta a Richard Trumka, presidente de la AFL-CIO, de la Campaña por un Partido Laborista de

Hermano Trumka:

La noticia en la cual declaro la “independencia política” de la AFL-CIO y que ya no apoyarían automáticamente al Partido Demócrata se ha extendido como pólvora en todo el movimiento obrero. En nombre de la Campaña por un Partido Laborista de Masas, me gustaría felicitarle por dar este paso. Este es sólo el primer paso de muchos que deben tomarse a fin de aprovechar el verdadero potencial de los trabajadores organizados para luchar contra los ataques económicos y políticos de los patrones.

Durante demasiado tiempo, los partidos de los patrones, y en particular los Demócratas, han tomado el voto sindicalista como dado por hecho, y eso sin hablar de los millones de dólares en donaciones y voluntarios innumerables para sacar esos votos. A cambio de esta lealtad que ha durado décadas, que condujo directamente a la elección del Presidente Barack Obama en noviembre del 2008, los sindicatos han sido recompensados con el equivalente político y económico de una patada en los dientes. No hay Ley de Libre Opción del Empleado (Employee Free Choice Act). No hay sistema universal de atención de salud. No hay un aumento del salario mínimo. No existe un programa masivo de obras de públicas con puestos sindicales para abordar el problema del desempleo y reconstruir la deteriorada infraestructura del país. En resumen, los trabajadores obtuvieron nada de nada.

Las luchas inspiradoras de decenas de miles de trabajadores en Wisconsin, Michigan, Ohio, Nueva York, y en cualquier otro estado en la Unión Americana demuestran que los trabajadores han tenido suficiente y están dispuestos a luchar. Estas acciones de masas envían un mensaje claro de que los trabajadores quieren el derecho a ser
representados por un sindicato. También muestran que los trabajadores quieren empleos para todos y seguridad en el empleo, por no hablar de mejores salarios, beneficios, salud y condiciones de trabajo. Estas acciones demuestran que los trabajadores están cansados de recibir el extremo equivocado del palo económico. También demuestran que los trabajadores no creen que sea justo que los ricos – que causaron la crisis económica – estén ocupados llenando sus bolsillos con dinero público, mientras que el resto de nosotros estamos obligados a pagar por su codicia a través de recortes y austeridad.

Sin embargo, sin un liderazgo político claro, se supone que los trabajadores deben seguir votando por los Demócratas, aún cuando ese partido sigue vendiendo a los trabajadores en un tema tras otro. Su declaración puede cambiar eso. Su declaración de independencia política es un reconocimiento del hecho de que la relación entre el movimiento  obrero y los demócratas era como la relación entre un caballo y su jinete. No importa cuan rápido el movimiento obrero corriese o las millas que hiciese, los demócratas siguieron clavando las espuelas y los azotes a los trabajadores más duramente. Ya era hora de sacarnos ese  jinete de nuestras espaldas y se ponernos a
galopar en una dirección independiente.

Sin embargo, un curso “independiente” en abstracto equivale a una especie de limbo político. No es suficiente decir que los demócratas no pueden esperar los votos y el apoyo de los obreros. Millones de trabajadores miran a sus representantes sindicales, presidentes locales e internacionales, y a ti, hermano Trumka, demandando consejo sobre a quién votar para defender sus intereses. Los trabajadores estadounidenses saben claramente en contra de qué están – los ataques abiertos de los republicanos y las  falsas promesas de cambio de los demócratas- pero cuando llega el momento de las elecciones ¿Por quien se supone que deben votar?

Los trabajadores son la mayoría de este país, y sin embargo no tenemos una voz real en Washington o en cualquier otro nivel de gobierno. En mi humilde opinión, la única alternativa política que tiene sentido es la de un Partido Laborista basado en los sindicatos. Sólo los sindicatos tienen los miembros, los recursos, los vínculos al mundo del trabajo y las redes comunitarias para montar un desafío político serio a los partidos corporativos de EE.UU.

Un Partido Laborista lucharía por un salario digno y representación sindical para todos. Lucharía por el cuidado universal de salud y la educación, por viviendas seguras y nuevas infraestructuras. Lucharía por la derogación de la ley Taft-Hartley, junto con todas las otras leyes anti-sindicales. Lucharía contra el inflado presupuesto militar y traería de regreso a todas las tropas ahora. Esto conduciría  la lucha contra el racismo y la discriminación, y a la igualdad de derechos y salarios para nuestros hermanos y hermanas inmigrantes, por no hablar de todas las mujeres. Lucharía por movilizar a los trabajadores organizados y no organizados, e impulsaría a los desempleados, los jubilados y los jóvenes a luchar con uñas y dientes contra todos y cada uno de los recortes y las concesiones. Este partido construiría sobre la marcha del 2 de octubre “We Are One”,  y organizaría marchas masivas por más puestos de trabajo y en contra de los recortes en todas las ciudades del país. Este partido podría reunir a millones de votantes detrás de él y cambiar  la política de los EE.UU y convertise rápidamente en el partido más numeroso del país, dejando atrás a los republicanos y los demócratas para luchar por el segundo lugar. El potencial de este partido es enorme. El momento para construirlo es ahora.

La necesidad de la representación política de la mayoría de la clase trabajadora de este país no es una idea nueva. Pero es más urgente que nunca. Se han hecho esfuerzos para formar un Partido Laborista en el pasado, incluyendo algunos con bastante éxito. Pero por una variedad de razones, estos esfuerzos no crecieron, sobre todo porque la mayoría de los sindicatos se mantuvieron ligados a los demócratas, lo que inevitablemente dejó al movimiento obrero sin nada que mostrar. Sólo en los últimos meses se han producido nuevos movimientos en esta dirección. El partido Families First de Carolina del Norte y el Partido Laborista de Carolina del Sur recientemente se han formado y marcan un importante paso en la dirección correcta, pero es una gota en el océano en comparación con lo que se necesita: un Partido Laborista a nivel nacional con delegaciones, agrupaciones y miembros en todos los estados, condados, ciudades y pueblos en el país. Su declaración de independencia política y su voz puede hacer toda la diferencia.

Hemos puesto en marcha la Campaña para un Partido Laborista de Masas en el Día del Trabajo del 2010, porque creemos que esta es la única forma real de ir hacia adelante para los trabajadores estadounidenses. Pero somos una pequeña organización sin personal de tiempo completo y sin recursos. Aunque creemos que tenemos una idea poderosa para compartir con nuestros compañeros de trabajo, nuestra capacidad para llevar esta idea hacia ellos es muy limitada.

Ahí es donde entras usted como líder de la huelga Pittston. Usted sabe la importancia del sindicalismo clasista y la solidaridad. Como seguidor del Partido Laborista en la década de los 90s, usted sabe lo importante que es para los trabajadores tener una voz política que sea verdaderamente nuestra. Usted es el representante de 11 millones de trabajadores sindicalizados y tiene el oído de millones de personas. A través de las revistas de la AFL-CIO, sitios web, listas de correo electrónico, acceso a televisión, radio y periódicos, por no hablar de Facebook y Twitter, el mensaje de un Partido Laborista podría llegar a millones.

Es cierto que si usted emite una llamada para un Partido Laborista y enérgicamente lo construye, perdería mucho apoyo. Usted perderá el apoyo de los líderes del Partido Demócrata y grupos de presión que han prometido mucho, pero han entregado tan poco. Usted perderá el apoyo de los estrategas republicanos que cínicamente esperan obtener ganancias de la ruptura del sindicalismo con los Demócratas. Usted será satanizado en la prensa de negocios, en Fox News, MSNBC, y en las salas de juntas corporativas a través de Estados Unidos. Pero, a cambio, obtendrá el apoyo y el respeto de millones de trabajadores que han estado esperando que alguien les muestre el camino hacia afuera del actual laberinto económico y político.

Las grandes empresas en EE.UU. quieren machacar a los trabajadores organizados hasta hacerlos polvo. Después de todo, el aumento de los salarios sindicalizados significa disminución de sus ganancias – ¡Ya que estas ganancias no son lo suficientemente altas! Frente a los ataques voraces por ambas partes, los trabajadores estadounidenses han demostrado que están más dispuestos a luchar. Con aún más despiadados ataques en el horizonte, esto es sólo el comienzo de la lucha en el lugar de trabajo y en las calles. Pero también tenemos que ser capaces de luchar en las urnas. Para ello necesitamos un partido de, por y para los trabajadores. Es mi sincera esperanza que usted llevara acabo la convocatoria por un Partido Laborista y movilizara a los millones de miembros de la AFL-CIO, detrás de este esfuerzo. A nosotros, en la Campaña por un Partido Laborista de Masas nada nos gustaría nada más que terminar nuestra modesta campaña y lanzar nuestras energías en la lucha hombro a hombro con el resto de nuestros hermanos y hermanas sindicalizados y no sindicalizados en una campaña seria de masas para construir un partido.