Stop separating families ICE

[Leaflet] ¡Legalización Inmediata Incondicional Para Todos!

This is the Spanish text of a leaflet distributed by supporters of Socialist Revolution throughout the country. Download the PDF version of the two-sided foldable leaflet here.

Este es el texto de un volante distribuido por simpatizantes de Revolución Socialista en Estados Unidos. Descarga la versión en PDF aquí.

 

Las imágenes de niños separados de sus padres, encerrados en los centros de detención de ICE en todo el país, han conmocionado a millones de personas. Miles de niños y niñas están siendo encerrados en estas celdas, donde les quitan sus juguetes y libros y les prohiben jugar, y donde les niegan cualquier contacto humano.

Trump sigue defendiendo su política de deportaciones e incluso está pidiendo que los inmigrantes y solicitantes de asilo puedan ser deportados sin tener el derecho a una audiencia judicial. Pero miles de trabajadores y jóvenes en todo el país ya no toleran la situación y están participando en manifestaciones para luchar contra estas políticas brutales.

¡Los dos partidos son responsables por las deportaciones!

El ala “moderada” del partido Republicano se ha aliado cínicamente con los Demócratas para denunciar la crueldad de los ataques de Trump. Pero, en realidad, estas políticas brutales no son más que una continuación del legado de Barack Obama. Obama expandió y fortificó el aparato represivo de deportaciones durante su mandato de ocho años, por lo que se ganó el apodo de “Presidente de las deportaciones” (“Deporter in Chief”). Bajo su dirección, más de tres millones de inmigrantes sin papeles fueron deportados – un número récord en la historia de los Estados Unidos. En 2011, hubo una media de 711 detenciones por semana, e incluso una redada nacional de cinco días en la que detuvieron a casi 3,000 trabajadores sin papeles. La gran mayoría de ellos no tenían ninguna condena penal ni habían sido acusados de cargos más allá de “entrar ilegalmente” en el país.

Los métodos intencionadamente crueles y violentos del aparato de deportaciones de este gobierno tampoco son nada nuevo. Un informe de ACLU (la Unión Estadounidense por las Libertades Civiles) demuestra que durante el gobierno de Obama de 2009–2014, ICE y US Border Patrol (la Patrulla Fronteriza de los Estados Unidos) utilizaron métodos de abuso verbal, físico, sexual y médico de los detenidos, incluso de menores de edad. Otro informe del Departamento de Seguridad Nacional (Department of Homeland Security) indica que los mismos métodos fueron utilizados en 2017.

Los capitalistas americanos necesitan la mano de obra barata de los inmigrantes, porque les permite reducir los salarios de los trabajadores a todos los niveles. Además, pueden utilizar la excusa de que los inmigrantes “nos roban puestos de trabajo” como chivo expiatorio. De este modo, los empresarios tienen a su disposición mano de obra barata, y el miedo a la represión del estado les garantiza poder seguir pagando bajos sueldos. Esta estrategia de “divide y vencerás” no es nada nuevo. Los capitalistas han utilizado el racismo y la discriminación para perpetuar su dominio durante siglos. Lo que más temen es a la clase obrera unida en lucha, consciente de su poder para vencer a los patrones.

¿Qué hará falta para abolir ICE?

Ante la terrible represión en la frontera, el llamamiento a la acción directa contra el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) ha encontrado un cierto eco. Pero debemos preguntarnos: ¿qué tipo de movimiento será necesario para realmente poner fin a las deportaciones y la separación de familias?

Las manifestaciones organizadas en torno a la consigna #AbolishICE (“Abolir ICE”) demandan el cierre de este órgano de poder que ejerce las leyes de inmigración de los capitalistas. Pero la represión y militarización en las fronteras va mucho más lejos que un único órgano del estado. En los Estados Unidos viven más de 43.4 millones de inmigrantes, con y sin documentos, empleados en millones de puestos de trabajo junto con trabajadores de todo tipo de orígenes. En el transcurso de la lucha de clase, la distinción arbitraria entre trabajadores “autorizados” y “no autorizados” se volverá completamente irrelevante.

Revolución Socialista apoya la lucha colectiva para frenar a ICE, pero también decimos que es necesario abolir todas las instituciones de represión del estado y echar a los capitalistas del poder por completo. De lo contrario, la “abolición” de ICE simplemente trasladaría su trabajo a órganos del estado diferentes. El estado y la “legalidad” del gobierno capitalista deben ser reemplazados en su totalidad por un gobierno obrero.

Aunque los líderes sindicales se han resignado a los ataques de Trump, los sindicatos tienen un papel clave que desempeñar en la lucha por los derechos de todos los trabajadores. El movimiento obrero debe luchar por la unidad de clases e igualdad genuina para todos, sin importar su procedencia – un ataque contra uno es un ataque contra todos.

La Corriente Marxista Internacional lucha por la legalización inmediata e incondicional de todos lo inmigrantes indocumentados, plenos derechos y amnistía para lo trabajadores inmigrantes y sus familias, y el fin a las medidas racistas de control de inmigración y asilo – además de luchar por trabajos de calidad, sanidad, educación, y viviendas para todos. Todo esto será financiado por la expropiación de las grandes empresas bajo control obrero, a la vez que desmantelamos el estado capitalista, incluyendo ICE, las Patrullas Fronterizas, la policía, los centros de detención, las cárceles, etc. ¡Este es el tipo de programa que puede armar al movimiento obrero para las luchas que nos esperan, transformándolo en una fuerza imparable!

¡2006 nos muestra el camino a seguir!

Antes de la crisis de 2008 y del movimiento de #Occupy en 2011, el primer presagio de una nueva etapa en la lucha de clases fueron las manifestaciones militantes del Primero de Mayo de 2006. Cientos de miles de trabajadores inmigrantes, con y sin documentos, salieron a las calles en todo el país exigiendo derechos básicos y dignidad. Millones lucharon con reivindicaciones de amnistía y legalización para todos, y libre circulación de personas y mano de obra. Este tipo de lucha de masas muestra el camino a seguir al actual movimiento.

Durante un tiempo, el movimiento se pudo escapar del control de los Demócratas y las ONGs, lo que presentó un gran peligro para el partido. Finalmente, el movimiento fue derrotado cuando “progresistas” del Partido Demócrata como Keith Ellison lograron encauzarlo dentro del circo de los dos partidos capitalistas. Actualmente, se está llevando a cabo algo similar. Los Demócratas están intentando controlar el movimiento desde el principio, con figuras como Kamala Harris y Mark Pocan criticando a ICE públicamente. Un nuevo movimiento obrero de masas que una a los trabajadores – tanto inmigrantes como estadounidenses – podría llegar a reivindicar amnistía y legalización para todos, pero solamente si no vuelve a caer bajo el control del ala Demócrata del sistema bipartidista. En su lugar, debemos luchar por un partido socialista de masas para desafiar a los capitalistas en las elecciones y en las calles.

La elección de Trump ha provocado un clima de radicalización y manifestaciones masivas, e inevitablemente el movimiento entrará en una nueva fase, adquiriendo una magnitud aún mayor que la de 2006. Los Marxistas revolucionarios tenemos plena confianza en el poder de la clase obrera y comprendemos la real dimensión del proceso que se está desarrollando: el proceso molecular de la revolución socialista. ¡Únete a nuestra lucha por el socialismo!

¡Legalización inmediata e incondicional de todos los trabajadores!
¡Por la reunificación de familias y el fin inmediato a las deportaciones!
Por la lucha obrera de masas – ¡un ataque contra uno es un ataque contra todos!


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